OPINIÓN: Ha nacido una nueva rivalidad

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Por Rubén Marruffo C. (*)

Literalmente, la temporada 2021 de la Fórmula Uno tuvo todos los argumentos para ser apasionante, dramática, emotiva, inolvidable… Seguramente podemos agregar otros adjetivos que encajarían perfectamente en el gran desenlace que tuvo el Gran Premio de Abu Dhabi, que permitió ver la proclamación de Max Verstappen como nuevo campeón mundial.

Por las calles de Abu Dhabi desfilaron personajes históricos de la Fórmula en los días previos, cada uno tenía mucho por opinar o historias por narrar, como el brasileño Emerson, quien vaticinó durante los entrenamientos oficiales, que íbamos a ver "la carrera del siglo". Y no le faltó razón a este bicampeón mundial, que precisamente en 1974 protagonizó otro emotivo final con el suizo Clay Regazzoni, cuando llegaron igualados en puntaje (47 años después se repitió la historia) a la última carrera en Estados Unidos.

Max Verstappen con su monoplaza Red Bull clasificó primero, y más allá de no determinar totalmente en el resultado del domingo, la clasificación tiene un efecto psicológico, por eso, Toto Wolf, director deportivo de Mercedes Benz, apeló a un término futbolero para definir la jornada del sábado: "1-0 gana Red Bull, pero todavía hay mucho por correr".

Wolf confiaba en el enorme talento de Lewin Hamilton (modestamente creemos que es el mejor piloto de la historia), quien en pista hizo todo bien para salir campeón. Partió de manera espectacular y antes de la primera curva ya lideraba la competencia. Luego, exprimió al máximo la potencia del motor Mercedes Benz, logrando ampliar en pista su diferencia sobre Verstappen. Y sobre el final, con neumáticos evidentemente desgastados, supo mantener su ventaja en pista.

Pero, así como en la historia del boxeo se cuenta que Angelo Dundee le hizo ganar a Muhammad Ali aquel mítico combate ante Joe Frazier, en la Fórmula Uno, Christian Horner, director deportivo de Red Bull jugó, desde los boxes, un papel determinante y decisivo. Tuvo hasta 4 estrategias, que terminaron por proclamar a Max Verstappen como campeón del mundo.

Al ver que en pista no podían con el manejo espectacular de Hamilton, apostaron por una detención rápida (cambio de llanta) para acortar la desventaja. Mercedes Benz respondió, haciendo lo mismo en la siguiente vuelta. La réplica inmediata del equipo alemán, desvanecipo rápidamente el primer intento de Red Bull: el inglés, heptacampeón del mundo, siguió liderando la carrera con mucha autoridad.

Luego, el mexicano Checo Pérez, demostrando un gran trabajo en equipo, frenó el andar de Hamilton, permitiendo que el piloto de Países Bajos vuelva a ponerse mano a mano con el inglés. Pero el piloto de Mercedes Benz volvió a imponer condiciones en pista, y mantuvo su ventaja. Por manejo y mentalidad, era un fin de semana perfecto para Hamilton.

Red Bull no se quedó de brazos cruzados y buscó con otro cambio de llantas (segunda detención), recuperar la ventaja de Hamilton. Nuevamente fue inútil. El inglés seguía siendo líder con mucha autoridad.

Hamilton se mantuvo en pista y tenía una diferencia de casi 11 segundos para las últimas vueltas. En una carrera normal, hoy estaríamos escribiendo de los ocho títulos de Hamilton y los argumentos del porqué, lo consideramos, el mejor de la historia. Pero volvamos al desenlace que hubo en el Gran Premio de Abu Dabhi.

Con decisiones polémicas de los comisarios a lo largo del año, roces entre pilotos, pero sobre todo a un Max Verstappen espectacular y a un Lewis Hamilton en la misma dimensión (permitiendo que esa exigencia mutua y constante, logre sacar lo mejor del otro)…. La temporada 2021 tenía guardada una enorme cuota de suspenso para el final.

El canadiense Nicholas Latifi (Williams) se salió de la pista golpeando su monoplaza contra los muros de seguridad, obligando el ingreso del Safety Car a la pista. Aquí, la carrera tuvo un giro total, pues la diferencia entre pilotos se redujo a la mínima expresión. Con esta inesperada ayuda del destino, Red Bull jugó su última carta, llamando a Verstappen nuevamente a los boxes, para un cambio de neumáticos, apostando por los súper blandos (los que permiten ir más rápido).

Hamilton, no podía hacerlo porque resignaría su posición. Al ubicarse como líder, cuando pasó el accidente, ya había superado la zona de acceso a boxes. Ingresar luego, lo haría perder posiciones, Por eso, cuando la carrera se relanzó en la última vuelta (58), Max Verstappen fue con todo en la búsqueda de Hamilton. Mecánicamente y logísticamente tenía todo a su favor.

En la quinta curva del ya inolvidable circuito de Yaz Marina, Verstappen logró superar a Hamilton y recuperar ese primer puesto que le terminaría por dar su primer título en la Fórmula Uno. Por lo visto en carrera, el resultado puede parecer injusto, pero si uno lo lleva al balance del año y a la influencia de los equipos fuera de las pistas, llegará a la conclusión que Max Verstappen tiene mucho mérito; además, poco a poco va alcanzando la madurez de piloto, esa que permite canalizar mejor la vehemencia, sino que lo diga el propio Hamilton.

La historia de la Fórmula Uno está marcado por grandes duelos como los que protagonizaron Jim Clark y Graham Hill, Niki Lauda y James Hunt (muy bien llevada al cine en Rush), Alain Prost y Ayrton Senna (la más recordada) o Michael Schumacher y Mikka Hakkinen. Seguramente veremos más capítulos emotivos entre Max Verstappen y Lewis Hamilton. Vayamos preparándonos para seguir madrugando los domingos, a la espera de una nueva carrera de Fórmula Uno, un deporte que en Abu Dabhi, contagió a sus seguidores de la adrenalina propia de los pilotos.

(*) Periodista deportivo

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