Thalía Mallqui y su historia poca conocida por el coronavirus

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Vivió momentos de tensión hace unas semanas cuando se encontraba en Canadá. Junto a sus compañeros de la selección de lucha habían terminado su participación en una competencia cuando se decretó el cierre de fronteras en el Perú por el Covid-19. Desde ese momento la preocupación se apoderó de Thalía Mallqui. Había que ponerle fe y esperanza de que el problema para ellos se podía solucionar.

"En la embajada de Canadá nos dijeron que ellos habían comprado alimentos solo para su personal, no contaban con la presencia de nosotros porque todo fue fortuito. Nosotros éramos 10 personas allá. No teníamos más presupuesto porque ya había acabado la competencia. Pero, gracias a la gestión que realizó el IPD, la Federación de Lucha nos mandó dinero para poder solventar los días que estuvimos allá, también para poder alquilar el bus que nos llevó a Toronto y luego el retorno a Lima", contó Thalía, quien está por cumplir los 15 días de cuarentena en un hotel limeño para luego poder volver a su hogar.

Los 15 días de cuarentena que debes cumplir, más los días que estuviste en Canadá, debe ser duro para ti por el hecho de no poder estar con sus hijos y tus padres…

"Sí, la verdad que los extraño, no los he visto todo este tiempo, pero igual hubiera hecho este aislamiento por seguridad de mis hijos y de mi familia. He estado en contacto en un lugar donde el virus ha estado más fuerte que en Perú.

- ¿Cómo fue el momento de la llegada a Lima, en el aeropuerto?
Nos recibió el personal del Minsa, con sus trajes especiales, sus máscaras. Nos llevaron a un área para llenar un formulario, nos preguntaron si teníamos los síntomas, de qué lugar veníamos, nos tomaron la temperatura. Luego nos llevaron al hotel para cumplir los 15 días de cuarentena.

- ¿Ahí quedó todo o los han seguido monitoreando?
Ya en el hotel nos tomaron la prueba rápida, nos llaman a la habitación para saber cómo estamos, si tenemos fiebre, dolor de cabeza. Ya en estos días cumplimos la cuarentena.

- ¿Estás sola en el hotel?
Estoy con mi compañera Janet Sovero, nos destinaron una habitación. Desde que hemos llegado solo salimos a hacer las pruebas, nada más. La comida nos la llevan a la habitación, nosotras mismas hacemos la limpieza.

- ¿Y los entrenamientos?
Bueno una siempre está acostumbrada a entrenar en el colchón, el cuerpo siempre pide, pero no se puede. En el cuarto solo hacemos ligas, planchas, abdominales, algo nos inventamos”.

- ¿Y en cuanto a las actividades de la selección de lucha para más adelante, sabes algo?
No hay nada fijo. Hasta que este virus no se pueda controlar, no se va a poder hacer algún un tipo de reunión. Es un virus mortal, nadie quiere contagiarse, todo está paralizado.

- Imagino que como deportistas también les afecta…
- Afecta mucho en la preparación, no entrenar varios días, pierdes la resistencia. Entrenar en el colchón es súper importante. La técnica no se puede trabajar.

- ¿Cómo llegan a la Embajada de Canadá?
Janet Sovero tenía un contacto en la Embajada que le escribieron. Nos recibieron y nos mandaron a la casa de un agregado militar a la espera de encontrar nuestro vuelo de retorno al Perú, porque ya todo se había cancelado.

- ¿Cuántos eran en la delegación?
Diez estuvimos en la casa, entre deportistas, entrenadores, árbitro y un personal técnico.  Cinco volvimos en un primer grupo a Lima, luego los que faltaban. Ya todos estamos en Lima.

- ¿Qué te deja todo lo que estamos viviendo?
Creo que el presidente Vizcarra tomó las decisiones correctas. No hay otra manera de controlar esto. Se ve en la comparación con otros países que les está yendo muy mal. Pero van a haber más contagiados porque hay gente que no toma conciencia. Esto es como jugar a la ruleta rusa. Si te da el virus no sabes si vas a superarlo o morir. Lo único que queda es obedecer, no solo por lo que diga el Presidente, sino por tu salud y porque amas su familia.

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